Curso de reciclaje

    El Domingo 21 de Mayo del 2006, realizamos un nuevo curso de reciclaje en técnicas de Judo a cargo del profesor Miquel Riera Director Técnico de la A.J.A.E.

    El curso fue de una calidad excelente como nos tiene acostumbrados el Profesor Miquel Riera. Un trabajo totalmente adaptado al concepto Kenpo y en el cual pudimos repasar nuevamente técnicas como Ashi-Waza, Koshi-Waza, Te-Waza, Sutemi-Waza, Ne-Waza. Cuatro horas de trabajo continuo que pasaron volando pero dejaron su enseñanza..

    Gracias nuevamente en nombre de Kensei Academy al profesor Riera por su gran profesionalidad y amigo donde los hay.Hasta el próximo curso.
    Ed.Parker

    El Kenpo es una energía que anula cualquier ataque, en donde cada golpe es un bloqueo y cada bloqueo es un golpe, éste a su vez fluye al próximo golpe provocando una reacción en tu oponente y esta una contrareacción desvastadora automáticamente. El flujo lógico del movimiento perpetuo es la esencia del Kenpo.
    Información

    Llamamos vuestra atención mediante este espacio sobre el síndrome Lowe. El síndrome de Lowe o "Lowe Syndrome" (LS) es unarara condición genética que causa impedimentos físicos y médicos.

    Nuestra academia se solidariza con los pequeños que padecen este síndrome y con sus familias.

    Quisieramos desde esta Web solicitar a las entidades correspondientes la facilidad para que estas personas logren una integración completa tanto a nivel social como educacional.

    Agradeceríamos cualquier información que contribuya a hacer expedita esta integración, a través de nuestra dirección de correo.
    Profesor Luis Zerpa

    El próximo mes de Noviembre del 2006 recibiremos en nuestra academia la grata visita del profesor Luis Zerpa 5º Grado de Kenpo Karate y presidente de la asociación American Kenpo Venezuela Internacional.

    El profesor Zerpa estará compartiendo con nosotros durante una semana, en un intercambio técnico y de amistad.Desde aquí un gran saludo a todo el Kenpo de Venezuela y esperamos que este nuevo paso sirva de puente de unión entre los kenpoistas de Venezuela y España.Bienvenido profesor Zerpa.
    CURSO 2º NIVEL

    Entrena en este 2º nivel del curso contra ataques de arma blanca, cuyo programa es aplicado a grupos especiales de la Policía y adaptado para el personal civil.

    En este segundo curso repasaremos los conceptos del 1er nivel, entraremos a estudiar los contra-ataques, atrapes, desarmes, trabajo de suelo, crearemos situaciones de alto estrés, de desorientación psíquica y motriz y nuestra respuesta frente a este tipo de ataques, desarrollando contacto directo y buscando una total realidad defensiva.

    Serán 6 horas de intensivo trabajo, dentro de un curso que te romperá totalmente conceptos preconcebidos de la defensa contra arma blanca y te proporcionará el concepto real de una defensa contra ataques en los que tu vida correría un real peligro.

    Las plazas de este curso son limitadas, por lo cual haz efectiva tu matricula antes del 8 de Septiembre 2006, para no quedar fuera del mismo. Puedes solicitar tu inscripción a través de nuestro email.

    DIA: 24 DE SEPTIEMBRE 2006
    HORARIO: 08:00 A 14:00
    PRECIO: 50 €

    MATERIAL NECESARIO:
    GUANTILLAS, COQUILLERA. ROPA DEPORTIVA (2 o 3 camisetas) PROTECTOR BUCAL, CODERAS, ESPINILLERA-ANTEBRAZO, CUCHILLO DE MADERA O GOMA.
    Isidro González

    Hace tiempo vino uno de mis alumnos muy afligido y todavía con las huellas en su rostro de lo que fue una agresión en la calle, y me pidió que habláramos. Fuimos a mi despacho y con mucha vergüenza me confeso que había sido atacado por una persona y que esta había logrado agredirlo. Sentía mucha decepción y dolor moral más que físico ya que no había podido repeler el ataque con la eficacia que el hubiera deseado, no entendía que había pasado y lógicamente buscaba respuestas a lo sucedido.

    Me di cuenta enseguida que había surgido una gran duda dentro de él con respecto a su entrenamiento en nuestro Kenpo Karate, era un momento difícil para él y que podía afectar seriamente a su futuro como kenpoista.

    Me explico como había sido la agresión y cuál fue su reacción. Y a través de su dolorosa experiencia y de la conversación que tuvimos desglosando paso por paso lo sucedido comprendió que lo que había fallado no era nuestro Kenpo Karate, sino la interpretación que el efectúo de nuestro sistema.

    Algunos alumnos creen entender que nuestro sistema se basa en una memorización continuada de una serie de respuestas tipo a una serie de ataques determinados, sin comprender que la verdadera esencia esta en que a través de estas técnicas de respuesta, desarrollar un vocabulario que nos permita hablar empleando las palabras que más se ajusten a la conversación que tenemos en ese momento, empleando los adjetivos, sustantivos o verbos más oportunos y no la repetición de frases hechas que puede que no encajen perfectamente en la conversación que tenemos con nuestro interlocutor.

    El alumno debe intentar ser un individuo pensante dentro del arte. Es necesario comprender que lo importante no es conocer de antemano un gran número de respuestas, el verdadero objetivo es que tengamos la posibilidad de expresarnos con nuestro propio pensamiento a través de Kenpo tal como lo haríamos en una conversación, espontánea y racionalmente y no con frases hechas que posiblemente no se ajusten idóneamente en ese momento.

    Otro punto importante es tener la libertad para poder expresarnos y hacernos entender (defendernos) en caso necesario, utilizando otro idioma (concepto de lucha, Ju-jitsu, kali, kick boxing etc) que no sea el nuestro (kenpo) pero que en un momento dado sea la mejor posibilidad de respuesta ( en esa distancia) diciendo lo mismo pero teniendo la contestación más idónea ha ese momento.

    El programa (cinturones) es tan importante como el abecedario para poder hablar o escribir, pero una vez adquirido, hemos de poder expresarnos libremente y de la mejor manera en todo momento.

    Actualmente disfruto muchísimo cuando mis alumnos (especialmente este ) no solo conocen perfectamente el programa , además saben expresarse de forma espontánea y libre con su Kenpo, me gratifica muchísimo oírlos hablar y que se expresen en otras lenguas si es necesario para que su interlocutor los ENTIENDA PERFECTAMENTE.......
    Isidro González

    Ya han pasado 35 años desde que pise por primera vez un Dojo, y a pesar del tiempo transcurrido es imposible borrar de mi pensamiento esa primera impresión que té queda grabada cuando entras en el mundo de las artes marciales, con tan solo ocho años se abrió frente a mi un mundo en que cada clase iba forjándose algo muy importante dentro de mí, valores tan difíciles de lograr y entender para un niño de ocho años como era, la disciplina, la educación, el respeto, el compañerismo, la no-violencia etc.

    Era como estar con todos tus super héroes luchando mano a mano. La sola mirada de tu maestro, o tu instructor, por aquel entonces un 1º Dan, té hacia sudar y temblar las piernas, pero también te transmitía una gran confianza cada vez que cogía tu mano y guiaba tus movimientos hasta que tu mente era capaz de combinar los movimientos que él intentaba transmitirte.

    Eran tiempos duros ya que se entrenaba mucho más con el corazón que con técnicas, ya que no había un programa establecido y era muy difícil encontrar cinturones negros, las clases eran igual de duras para niños que adultos, pero lo más importante y lo que más marco mi trayectoria como artista marcial fue que todos formábamos una gran familia, en donde el respeto y la disciplina marcaban la pauta de cada clase.

    En esos tiempos a pesar del bajo grado de los instructores y su poca experiencia se entrenaba con mucha pasión y cada uno, tanto instructores como alumnos procuraban llevar nuestro arte marcial al más alto nivel.

    No contábamos con las grandes y adecuadas instalaciones existentes ahora, ni protecciones ni vestuarios en condiciones, pero solo bastaba ponerte tu Blanco Karategui para que todo lo demás fuera innecesario y mucho más importante que obtener un cinturón era poder algún día vestir el ansiado karategui negro señal de ser parte de ese grupo de alumnos que ya llevaban el Kenpo metido en su piel.

    Un recuerdo especial para el Gran maestro Arturo Petit, mi maestro. Un tiempo inolvidable en mi memoria el haber podido compartir y aprender de un hombre de una gran humanidad, y un gran artista marcial, he oído y leído muchos comentarios hacia su persona, algunos realmente me han dolido, muchos han olvidado que gracia al él hoy por hoy formamos una generación dentro del mundo del Kenpo Karate

    Cada vez que asisto a mi Studio y veo como nuestros alumnos cada uno en su grado, desde el nervioso y tímido Cinturón Blanco, frente a sus compañeros, pasando por el Lila pendiente constantemente que el espejo le devuelva el reflejo de su habilidad lograda hasta ahora, llegando al marrón que a pesar de ya poseer un cierto dominio en sus técnicas aún no encuentra la correcta actitud que debe lograr unir a su nivel técnico, y llegando a los grados de Negro, más reposados y preocupados porque se han dado cuenta que ahora es cuando comienza su verdadero camino como kenpoistas. No puedo dejar de sentir una gran nostalgia ya que es un contante recordatorio de todo aquellos momentos que me formaron como artista marcial y hombre, y me enseñaron la importancia de valores tan fácil de olvidar como son el respeto, la disciplina, la lealtad y el amor hacia nuestros semejantes.

    El tiempo ha pasado y todos hemos cambiado, también las artes marciales y nuestro Kenpo aun más. Y quizás donde más ha cambiado ha sido en la actitud de quienes hacemos posible que siga vivo. Creo que es tiempo de buscar un camino común en donde no tengamos que estar chocando. Caminemos juntos y disfrutemos de un arte especial, vivo y evolutivo en donde podemos desarrollar una inmensidad de conceptos. Aparquemos el ego de los grados y estatus políticos y encontremos esa chispa que todos tuvimos la primera vez que pisamos un Dojo o Studio de Kenpo.

    Después de estos 35 años y teniendo grados en diferentes sistema, os puedo asegurar que cuando más disfruto es cuando estoy participando en diferentes seminarios con mi karategui de entreno (sí ese que ya casi se cae a trozos..) y soy uno más, y puedo sentir el sistema (sea cual sea) desde dentro, poder equivocarme, sentirme torpe, volver al principio, compartir y sudar junto a un cinturón blanco como a un cinturón negro etc.

    No quiero olvidar palabras de Senior Master Ed. Parker : “ No preguntes lo que Kenpo puede hacer por ti, sino lo que tu puedes hacer por el Kenpo.”
    Jacobo Castilla

    Cuando uno piensa en una academia de artes marciales, lo primero que le viene a la mente es la defensa personal, entrenar para mejorar físicamente y conseguir responder ante posibles agresiones; pero lo que uno no se da cuenta en ese mismo momento es que eso no es lo más importante que puedes llegar a aprender en una academia de artes marciales.

    Sólo después he haber pasado largo tiempo compartiendo esfuerzo y compañerismo sobre un tatami te das cuenta de lo que ha valido realmente la pena aprender, pues ya no importa tanto cuan fuerte puedes llegar a golpear o lo rápido que llegas a ser; sino que ves que lo que realmente importa es que has forjado tu personalidad a base de respeto y espíritu de superación.

    Yo entré en Kensei Academy en el ’85, cuando a penas contaba siete años. A lo largo de este tiempo he conseguido buenos amigos que lo serán por siempre, he conseguido experiencias enriquecedoras, he conocido a mucha gente de diferentes rincones del mundo (en seminarios nacionales e internacionales), he aprendido cosas que me han marcado el camino como persona, he conseguido una segunda familia… y sí, es cierto, también he conseguido un cinturón negro y supongo que he aprendido a defenderme de una agresión, pero también he conseguido aprender que las artes marciales son mucho más que eso.

    Jacobo Castilla2º DAN en Kenpo Kenbujitsu.
    Isidro González

    Cuando escuchamos este termino pensamos inmediatamente en un policía experto en artes marciales, capas de neutralizar a cualquier delincuente sea armado o no basándose en patadas o puños espectaculares, como lo que nos muestra el cine o TV., nada más lejano de la verdadera realidad.

    La Defensa personal Policial ante todo no es una pelea callejera, o competición o lo más importante infringir un daño físico y moral descontrolado a un supuesto delincuente ya que esto atraería graves consecuencias penales y constituyen un delito en la mayoría de los estados democráticos del mundo.

    Por otro lado si bien es cierto que ( D.P.P.) muchas de sus técnicas proceden de las artes marciales, actualmente esta contiene su propia metodología que la hace funcional totalmente aparte de los conceptos de las artes marciales, ya que dicho programa tiene que caminar de acuerdo a lo que dictaminen las leyes con respecto a los procedimientos de arresto y de los derechos humanos de los individuos.

    En la D.P.P. Su primordial objetivo y hay va encaminada totalmente es de inmovilizar, controlar, desarmar etc. Sin causar el menor daño físico o moral al individuo.El Policía necesariamente no tiene porque ser un experto en artes marciales pero si con una preparación física , psicologica y técnica especializada para el desempeño de su profesión.

    Actualmente la mayoría de los cuerpos policiales no disponen del tiempo y muchas veces de las ganas como para asistir diariamente al estudio de un determinado sistema de arte marcial y poder memorizar y asimilar y posteriormente aplicar un sin numero de técnicas que por norma general no se ajustan en lo más mínimo a lo que en realidad se va a encontrar el funcionario policial estado de servicio.

    Hay que recordar que además el Policía no solamente debe tener cuidado con su auto defensa , además, ha de preocuparse de una serie de aspectos externos que influyen notablemente en el desenvolvimiento de su defensa: Ej. Cuidar de su equipo de trabajo, arma, esposas o grilletes, radio, compañero, víctimas etc.

    Por este motivo actualmente todos los cuerpos policiales del mundo tienen en sus academias dentro del programa de formación la asignatura de Defensa Personal Policial, aunque si bien es cierto en algunas se les dedica extremadamente poco tiempo e importancia a este apartado y se le incluye dentro de la clase de Judo, Tae Kwon Do o Karate.

    En este momento podemos decir que la asignatura de D.P.P. tiene la importancia que merece y que es vital para la completar la formación del policía y su continua actualización mediante cursos de reciclaje impartidos por especialistas en el tema.

    Muchas escuelas de artes marciales ofrecen clase de defensa policial sin una cualificación real en el tema y terminan enseñando su estilo o sistema Karate, Kick boxing, Tae Kwon Do , Kenpo etc. Bajo un nombre totalmente erróneo.

    El policía necesita un programa totalmente adaptado a sus necesidades profesionales. El policía que posee suficientes conocimientos no solo físicos, también psicológicos de D.P.P. no estará bajo el mismo tipo de presiones que aquel que solo puede elegir entre no fuerza y el máximo de fuerza (su arma de fuego).

    El policía con conocimientos en D.P.P. tendrá confianza para manejar una situación peligrosa sin depender exclusivamente de su arma de servicio, será mucho más persuasivo utilizando formas más convincentes y no la fuerza bruta producto del inconsciente principio de auto conservación.

    Tenemos un mal concepto transmitido por el cine, ya que raramente los policías sacan sus armas en la rutina diaria, además, que el llevar pistola o revolver puede resultar una seguridad irreal ya que el mejor tirador del departamento policial puede sentirse totalmente impotente frente a situaciones donde su pistola resulte inútil o innecesaria.

    El policía debe estar totalmente preparado con o sin armas para poder aplicar la ley en su justo derecho.
    Manuel Armayones. Psicologo

    Se publica en muchos medios de comunicación que vivimos tiempos de vértigo, prisas y con la continua sensación de que se nos escapa de las manos un tiempo que no volverá y de que cada día somos un poquito menos dueños de aquello que pensábamos que más íntimamente nos pertenecía: el control de nuestras vidas.

    Para paliar tal desazón se multiplican los cursos, conferencias, libros, “escapadas”, actividades lúdicas y deportivas y un sinfín de remedios, de auto-tratamientos y “evasiones de la realidad” que en el fondo eluden la necesidad de afrontar directamente el eterno problema de estar con uno mismo y dirigir nuestras propias vidas tal y como queremos hacerlo, siendo conscientes de que sean como sean las circunstancias “externas” que nos toquen vivir, es desde nuestro “interior” desde el que debemos controlar nuestras vidas.

    Las Artes Marciales y más concretamente su dimensión interna y espiritual, su parte de Dragón, nos pueden ayudar a encontrar nuestro propio camino en la Vida. Un camino que no tiene nada que ver con la subyugante pero esclavizadora palabra “autorrealización” que viene atenazando a cada vez más personas con una promesa del “allí y luego” que mantiene a muchos viviendo en un frenético limbo sin Presente y de un Futuro difuso y que se contrapone a la experiencia del “aquí y ahora” que nos aproxima mucho más a nosotros mismos, a la vivencia plena de nuestro presente, con sus aspectos positivos y negativos, que nos obliga más a ocuparnos que a preocuparnos del presente y que además, cuando empecé mi entrenamiento en kenpo-kenbujitsu supe que además de un principio muy utilizado en orientaciones teóricas como la Psicología de la Gestalt también lo es y lo ha sido siempre, en las Artes Marciales.

    Reconozco que cuando inicié mi entrenamiento en Artes Marciales fue más por la búsqueda de un espacio de reflexión y trabajo interno que por el estricto interés en practicar deporte. Empecé a asistir a las clases con una mezcla de esperanza y escepticismo. Esperanza en no haberme equivocado en buscar mi espacio de trabajo interno a través de un Arte Marcial, y quizás también en no haberme equivocado, en recomendar a muchas de las personas que he atendido como psicólogo, la práctica de Artes Marciales.

    Pero también debo confesar mi escepticismo en cuanto al verdadero efecto que estas pudieran tener sobre mí mismo, por el miedo a no ser capaz de relajar mis defensas de adulto y volver a ser un “kiu” (niño), que, como los pequeños kenpoistas de la Academia aprenden de una manera sencilla y natural simplemente por el placer de aprender sin más objetivo que el de continuar madurando como personas en continua evolución, como deberíamos estar siempre los adultos en palabras del mismo Confucio.Pronto empecé a darme cuenta de que además de trabajar los aspectos técnicos y físicos del kenpo-kenbujitsu, los maestros comentaban en clase que la práctica de las Artes Marciales, en su faceta de trabajo interior, de búsqueda de la armonía entre nuestra mente y nuestro cuerpo, pueden influir en nuestra manera de entender el mundo, en la manera de percibirnos a nosotros mismos y a los demás y en definitiva en uno de los aspectos más difíciles de esta vida: conocerse a uno mismo y aprender a quererse tal como se es, con las virtudes pero también con las limitaciones de cada uno, y sobre todo sabiendo que es el conocimiento de nuestros puntos débiles lo que nos permite encontrar un camino de mejora continua. Una mejora continua que los orientales denominan “kaizen” y que es la base del camino hacia el propio conocimiento.

    Aprovechando como Psicólogo mi acceso a literatura especializada, encontré artículos científicos publicados en prestigiosas revistas, en los que se habla de los aspectos psicoterapéuticos asociados a la práctica de las Artes Marciales, de sus efectos beneficiosos en programas de reducción de la violencia entre jóvenes, de su capacidad para aumentar y mejorar las capacidades de afrontamiento de mujeres víctimas de agresiones y también sobre los efectos de la práctica de las artes marciales en la mejora de la autoestima de los niños y adultos; encontré también información sobre el papel de las Artes Marciales como vehículo de transmisión de valores como: autodisciplina y autodominio, respeto, espíritu de sacrificio, humildad, perseverancia y en definitiva toda una serie de valores de los que hoy se habla extensamente en los medios de comunicación y sobre los que se publican cientos de artículos y libros, pero que cómo suele pasar son fáciles de definir, últimamente más por su ausencia que por su presencia, pero difíciles de promover y cultivar en un mundo que de una manera casi esquizoide preconiza unos valores, pero parece premiar socialmente los opuestos.

    En las clases he oído hablar en las clases de aspectos que yo conocía en su dimensión “verbal” como “técnicas” utilizadas en el trabajo terapeútico pero que nunca había pensado que tuvieran una expresión física como la que he podido ver y sobre todo experimentar: continuidad de movimiento, fluidez, enraizamiento, “el aquí y el ahora”, el control de la respiración como herramienta para enfrentar las situaciones difíciles y en definitiva, toda una serie de repertorios de conocimientos absolutamente extrapolables al mundo de la Psicología y que se sintetizan en la idea de que cuerpo y mente son expresiones de una misma realidad, de una misma unicidad y dimensión, fenómeno que en Occidente parece que hemos descubierto recientemente.

    Ahora, en mi aún corto trayecto, he visto disipada mis dudas y reafirmados los motivos que me llevaron a la práctica de un Arte Marcial como el Kenpo-Kenbujitsu y creo haber iniciado un camino, tanto en lo personal como en la relación con maestros, instructores y compañeros-amigos que marcará el resto de mi vida.

    En definitiva y si tuviera que sintetizar los beneficios de las Artes Marciales sobre la calidad de vida de las personas, y tomando como cierto el postulado de que la percepción de nuestra calidad de vida depende más de nuestros pensamientos, actitudes y creencias respecto a la situación que nos ha tocado vivir que a los aspectos materiales de nuestra existencia, no cabe duda de que las Artes Marciales, como espacio en el que se reencuentran nuestra dimensión espiritual y física son un buen camino para mejorar nuestra calidad de vida, mejorando nuestro conocimiento de nosotros mismos y encontrando una armonía que el ritmo de vida actual no podrá romper.

    Manuel Armayones.Cinturón Amarillo Kenpo-KenbujitsuKensei Academy.
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